A las dos y media de la tarde del miércoles –hora argentina–, y después de 16 horas de vuelo, el presidente Alberto Fernández aterrizó en la ciudad de Moscú, donde ya estaba entrada la noche y los edificios y las calles, a pesar de la oscuridad, se veían blancos por la gran cantidad de nieve. Allí, el Jefe de Estado y su comitiva –que comprende, entre otros, al ministro de Economía, Martín Guzmán, y a tres gobernadores, entre los que está el bonaerense, Axel Kicillof– dio comienzo a lo que será su primera gira internacional del año. En ese país estará tan solo una jornada y el plato fuerte será el jueves a las 7 de la mañana, cuando se encuentre en el Kremlin con su par ruso, Vladimír Putin. Tras el encuentro, la comitiva presidencial se volverá a subir al chárter de Aerolíneas Argentinas alquilado especialmente para la ocasión y, ya sin Guzmán, volará hacia China para que el domingo Fernández se reúna con el Presidente de ese país, Xi Jinping.

El día anterior al viaje había sido ajetreado para el mandatario. Después de idas y vueltas de la Quinta de Olivos a la Casa de Gobierno, finalmente pasadas las 20 el mandatario dejó Casa Rosada luego de reunirse con el nuevo presidente del bloque oficialista en la Cámara de Diputados, Germán Martínez. Como previa al viaje, el martes a la mañana, mientras Fernández se encontraba reunido con Sergio Massa, para buscar el reemplazo de Máximo Kirchner, el gobernador Kicillof anunciaba la firma del contrato entre Nucleoeléctrica Argentina S.A. y la Corporación Nuclear Nacional de China para la construcción de Atucha III. Se trata de la cuarta central nuclear del país y la tercera en la provincia. Según informaron desde su entorno a este diario “lo de Atucha ya estaba todo acordado desde antes”, y “no dependía de que haya necesariamente un acuerdo con el FMI”.

Desde el entorno más próximo del Presidente aseguraron a Página12 que la renuncia de MK, que fue anunciada un día antes del viaje y que generó que el día del vuelo el Presidente tenga que buscar un reemplazo, “no afecta a la gira”. Subrayaron que el vínculo de Fernández con Kicillof “es muy bueno” y que va más allá de lo que sucedió con Kirchner. Desde el círculo más íntimo del gobernador bonaerense, en tanto, prefieren mantener el hermetismo y la cautela y ante las consultas explicaron que “no vamos a decir nada de la decisión de Máximo”. Sobre el viaje, fuentes de la gobernación señalaron que “Axel acompañará al Presidente en los encuentros pautados y reforzará los lazos con ambos países para continuar trabajando, sobre todo, en líneas de financiamiento para infraestructura provincial”.

Lo mismo harán los gobernadores de Catamarca, Raúl Jalil, y de Río Negro, Arabela Carreras. Durante el vuelo, el Presidente y su comitiva aprovecharon para descansar. “Dormí un poco”, dijo Fernández mientras ingresaba al hotel en el que se alojó, ubicado en el corazón de Moscú. Sin embargo, también aprovecharon el vuelo para trabajar. El Presidente, durante las horas que estuvo en el aire, conversó con su comitiva: con los gobernadores, especialmente con Kicillof, con el intendente de José C Paz, Mario Ishii, cuyo municipio tiene lazos muy fuertes con China desde hace años, y con el Canciller, Santiago Cafiero, con quien estuvo trabajando en los temas puntuales que se van a tratar en cada país. Además de los encuentros con los presidentes Putin y Xi Jinping, Fernández se verá con la primera ministra, Mía Mottley, en Barbados, y tendrá una bilateral en China con Eduardo Lasso, presidente de Ecuador. En el avión, el mandatario también charló largas horas con Guzmán, que estará con la comitiva un día y luego se quedará por distintas reuniones en Rusia.

Una vez en suelo ruso, el mandatario fue recibido por el vicecanciller de ese país, Sergei Ryabkov, y por el embajador argentino en Moscú, Eduardo Zuaín. Ya en el hotel, Fernández se encerró en su habitación con Cafiero para trabajar puntualmente los temas que abordará en la reunión con Putin, a la que asistirá después de realizarse dos test PCR. “Uno de los objetivos de la visita es aprovechar el extraordinario desarrollo científico y tecnológico que tiene Rusia para aplicarlo a la producción creando sociedades y empresas mixtas aplicadas al desarrollo científico y tecnológico”, explicó Zuaín a este diario. Un ejemplo de ello es lo que se hizo con la vacuna Sputnik V que, bajo licencia Rusa, es producida en la Argentina por laboratorios Richmond. Este martes, incluso, la ANMAT autorizó a ese laboratorio como comercializador del suero y también exportará a toda Latinoamérica.

En China habrá anuncios vinculados a infraestructura y también a ciencia y tecnología. El embajador en ese país, Sabino Vaca Narvaja, comentó a este diario que en el marco del Diálogo Estratégico para la Coordinación y Cooperación Económica (DECCE), ya se realizó una reunión entre la Cancillería y la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, para consolidar el nuevo listado del “Plan Quinquenal Integrado” que comprenderá obras como la cuarta central nuclear, líneas de transmisión, gasoductos, represas y ferrocarriles. También habrá una serie de anuncios de inversión directa vinculados a INVAP, inversiones de empresas tecnológicas y fábricas de baterías de litio.

El ministro de Ciencia y Tecnología, Daniel Filmus, dijo a Página12 que “apuntalar la cooperación al desarrollo con un socio estratégico como China es fundamental para nuestro país y para la región. China es un país cercano a los problemas de desarrollo que nos enfrentamos en esta parte del mundo y ha sido un socio clave en el aporte a la soberanía sanitaria de Argentina en medio de la pandemia”. Luego, agregó que “seguir profundizando la cooperación en sectores estratégicos de la ciencia, la tecnología y la innovación nos permitirá trazar un rumbo más seguro para enfrentar futuras emergencias a nivel mundial y resolver problemas estructurales que tiene la Argentina y que contribuirán a alcanzar un crecimiento económico basado en el desarrollo sustentable y en darle más valor agregado a nuestra producción”.