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Día del Cáncer Infantil: cómo es la campaña para donar pelo y hacer pelucas para pacientes oncológicos

La iniciativa “Un Pelito Más Fácil” ya recibió 4.500 donantes desde 2019 y confeccionó más de 7.000 cabellos postizos. En Argentina se registran entre 1.300 y 1.400 nuevos casos de la enfermedad cada año.

Cada 15 de febrero, se conmemora el Día Internacional contra el Cáncer Infantil. Si bien el cáncer pediátrico es una enfermedad poco frecuente (entre 130 y 150 casos por millón de habitantes), cada año se registran alrededor de 280 mil nuevos casos en todo el mundo.

La sobrevida varía en función de cada país. En aquellos de ingresos altos, donde existe acceso a servicios de atención integral, más del 80 % de los niños afectados de cáncer se curan; por el contrario, en los países de ingresos bajos o medianos, la tasa de curación desciende al 20 %.

En el mundo, se utiliza el lazo amarillo para sensibilizar sobre la importancia del diagnóstico y tratamiento del cáncer pediátrico. En Argentina, desde 2021, la asociación civil El Otro Me Importa realiza la campaña “Amarillo x Ellos” durante todo febrero, con el objetivo de visibilizar el cáncer infanto-juvenil y las problemáticas que atraviesan los niños y niñas que están en tratamiento oncológico, así como también llevar adelante iniciativas para ayudar a los pacientes y sus familias.

Desde “Amarillo x Ellos” promueven la concientización instando a compartir algo amarillo en las redes sociales. También organizan donaciones (videojuegos, consolas y libros, entre otros) y actividades de recaudación de fondos, como venta de barbijos de la campaña y un Torneo de Playstation (la Copa “Amarillo x Ellos”). Sin embargo, la iniciativa más llamativa sin dudas es la donación de pelo para confeccionar pelucas para pacientes oncológicos.

El pelo donado es envuelto en bolsas de nylon y enviado a las filiales de Pelucas de Esperanza para confeccionar las pelucas. Foto Luciano Thieberger.El pelo donado es envuelto en bolsas de nylon y enviado a las filiales de Pelucas de Esperanza para confeccionar las pelucas. Foto Luciano Thieberger.

“Un Pelito Más Fácil”

Cuando Sol (9) se enteró que podía donar su pelo, le pidió a su papá que se lo cortara antes de que se le empezara a caer. Ya estando en el hospital por su tratamiento contra el cáncer, tanto ella como su mamá decidieron que su pelo fuera utilizado para confeccionar pelucas para otras niñas en su misma situación. Así, lo que al principio era “pelo perdido” se resignificó en “pelo recuperado” gracias a su nuevo propósito.

“Te cuento que yo tenía el pelo muy largo y me dijeron que mi tía se enfermó y se quedó sin pelo. Entonces decidí cortarme el pelo muy corto para que hagan una peluca”, cuenta Brenda (11) en una cartita que escribió para acompañar su donación de pelo. “Mi tía ahora está bien y hoy devuelve su peluca y con ella la acompaña mi pelo para que hagan una peluca para vos. Disfrutala, querela, cuidala, que ya vas a estar bien”, agrega.

“¿Yo me puedo cortar el pelo?” le preguntó Violeta (10) a su mamá cuando se enteró que habría una jornada de donación de pelo en Buenos Aires. Su mamá la acompañó hasta el lugar y fue así que Violeta donó su pelo para la confección de pelucas. Cuando sus compañeras del colegio le empezaron a preguntar sobre su cambio de look, ella aprovechó la oportunidad para contarles de la iniciativa y, a partir de eso, muchas de sus amigas también empezaron a donar su pelo.

Historias como estas forman parte del día a día de “Un Pelito Más Fácil”, una iniciativa que invita a las personas a que donen su pelo para la confección de pelucas destinadas a pacientes oncológicos.

El proyecto nació en 2019, luego de que Candela Yatche –fundadora de Bellamente, una organización que busca deconstruir los estereotipos de belleza dominantes– volviera de un viaje por Israel donde había conocido una organización en la que se podía donar el pelo para confeccionar pelucas para pacientes oncológicos. Candela le contó del proyecto a su mamá, Carina Cohen, quien además de ser confundadora de la asociación El Otro Me Importa, lidera Lado H, un proyecto que visibiliza y promueve iniciativas de impacto social.

Así, desde Bellamente y Lado H organizaron la primera jornada de donación de pelo en julio de 2019. Lo hicieron en conjunto con Tijeras Solidarias, una red de peluqueros voluntarios que cortan el pelo en comedores y merenderos del país, y Pelucas de Esperanza, una organización de voluntarias con sede en Gualeguaychú (Entre Ríos) que desde 2009 se encarga de confeccionar las pelucas con el pelo donado que reciben.

En diálogo con Clarín, Carina recuerda que en aquella primera actividad se acercaron alrededor de 350 personas a cortarse el pelo en menos de tres horas. La jornada había logrado tanta convocatoria que en las semanas siguientes seguían recibiendo consultas de decenas de personas que querían donar su pelo.

Entonces comenzaron a generar alianzas con peluquerías de la ciudad de Buenos Aires que se ofrecían como puntos de recepción de pelo. En poco tiempo, la iniciativa se extendió al resto del país: hoy hay 150 puntos de recepción distribuidos en 12 provincias.

Al día de hoy, ya realizaron siete jornadas de donación de pelo (muchas de ellas virtuales, a causa de la pandemia), recibieron más de 4.500 donaciones de pelo y más de 15 mil personas se involucraron en el proyecto (incluyendo donantes y voluntarios).

Además de organizar las jornadas de donación y los puntos de recepción, en Un Pelito Más Fácil cuentan con un banco de pelucas, que está formado por aquellas que envían a confeccionar, pero también las que donan las pacientes que ya no las necesitan.

“El proceso de elaboración comienza con la clasificación del pelo. Luego de elegir el color, se selecciona para coser y cuando se terminan las cortinas de pelo se pegan y se cosen a mano a una base de microtul. Si contamos con todos los materiales, el proceso completo de confección de cada peluca lleva entre cuatro y cinco días”, cuenta Evangelina García Blanco, fundadora de Pelucas de Esperanza, a Clarín. Según explica Evangelina, la organización ya lleva realizadas más de siete mil pelucas para pacientes oncológicas.

En Pelucas de Esperanza procuran que todas las pelucas que confeccionan estén hechas de pelo natural. Pero lo más relevante de la iniciativa es que las pelucas se entregan en préstamo de manera gratuita. “Hoy pelucas de ese tipo se comercializan de 70 a 100 mil pesos, en adelante”, subraya Carina.

Para asignar las pelucas, las voluntarias de Un Pelito Más Fácil evalúan cada pedido en concreto. En particular, priorizan a aquellas personas con mayores dificultades para acceder a una peluca y a quienes están atravesando la situación de una manera más complicada. “Las niñas y adolescentes son prioridad absoluta”, resalta Carina. A su vez, buscan que la experiencia sea lo más personalizada posible y permiten que las pacientes puedan elegir cuál les gusta más.

“Nuestra misión es llevar una sonrisa a quien más lo necesita. Me llena el corazón saber que estoy haciendo algo por alguien que está pasando por un momento muy difícil en su vida”, confiesa Agustín Quevedo, director de Tijeras Solidarias en Buenos Aires, a Clarín.

Tijeras Solidarias es una organización nacida en España con el objetivo inicial de asistir a refugiados. Está presente en Argentina desde 2016 y actualmente cuenta con alrededor de 1.500 peluqueros voluntarios, distribuidos en 19 provincias. Además de su trabajo en comedores y merenderos del país, desde 2019 participan de todas las jornadas de Un Pelito Más Fácil haciendo cortes de pelo gratuitos a quienes se acercan a donar.

Claudia Fallico (peluquería Lou Lou de Flores), Carina Cohen (Lado H) y Agustín Quevedo (Tijeras Solidarias). Foto Luciano Thieberger.Claudia Fallico (peluquería Lou Lou de Flores), Carina Cohen (Lado H) y Agustín Quevedo (Tijeras Solidarias). Foto Luciano Thieberger.

“Es sorprendente la cantidad de niños que se suman a donar su pelo”, comenta Carina, quien recuerda que en la primera jornada tuvieron que asignar a dos peluqueros exclusivamente para cortes de pelo infantiles. Sin embargo, también advierte que entre los más chicos todavía existen situaciones de bullying a causa de la pérdida del pelo y que es un tema que todavía no se trabaja lo suficiente en los ámbitos escolares.

“Una niña que está pasando por una quimioterapia no solo tiene que transitar el tratamiento, sino también afrontar las miradas de otros compañeros. Hay muchas nenas que habían dejado de ir por sufrir esa situación y que a partir de usar pelucas se animaron a volver al colegio”, subraya Candela, en diálogo con Clarín. “En general, no estamos educados desde temprana edad para aceptar la diversidad que nos habita”, agrega.

“El mensaje de ‘aceptate como sos’ muchas veces está mal usado. En realidad debería ser ‘aceptate con lo que a vos te haga bien’. Así como hay chicas que te dicen ‘ni loca uso una peluca’, hay otras que por ese mismo motivo están seis meses sin salir de su casa. Lo cierto es que todavía estamos en una sociedad en la que lamentablemente es difícil no encajar en los estereotipos”, señala Carina.

Cómo hacer para donar el pelo

Para donar el pelo, es necesario tener al menos 15 centímetros de largo. Puede ser pelo lacio o con rulos, y se puede donar aunque esté teñido.

Certificado de donación de pelo entregado por Un Pelito Más Fácil. Foto Luciano Thieberger.Certificado de donación de pelo entregado por Un Pelito Más Fácil. Foto Luciano Thieberger.

Es importante que el pelo esté seco y limpio. Una vez medido el largo del pelo a donar, se debe realizar una colita o trenza antes de cortarlo.

Luego se guarda en bolsa de nylon o tipo ziploc para protegerlo y se lleva a uno de los puntos de recepción que figuran en la web de “Un Pelito Más Fácil”. Desde la organización invitan a los donantes a que acompañen la bolsa con una carta dirigida a quien reciba la peluca.

En el caso de hacerlo en una peluquería, muchas de las que forman parte de la red de Tijeras Solidarias realizan el corte sin costo cuando se trata de donaciones. A su vez, otorgan un “certificado de donación de pelo” a quienes lo entregan.

Durante todo febrero seguirá la campaña #AmarilloxEllos, por lo que desde El Otro Me Importa invitan a que quienes realicen donaciones de pelo lo hagan compartiendo ese hashtag en las redes sociales para aumentar así la visibilidad de la lucha contra el cáncer infantil.

El cronista de esta nota participó de la campaña de donación de pelo. Foto Luciano Thieberger.El cronista de esta nota participó de la campaña de donación de pelo. Foto Luciano Thieberger.

Para más información sobre la campaña o los puntos de recepción, puede consultarse la web www.unpelitomasfacil.com o enviar un WhatsApp a Lado H: +54 9 11 6528 4078

Radiografía del cáncer infantil en Argentina

En Argentina, según datos del Registro Oncopediátrico Hospitalario Argentino (ROHA), elaborado por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), el número total de nuevos casos anuales en niños menores de 15 años oscila entre 1.300 y 1.400. De acuerdo a los datos registrados entre 2000 y 2019, entre 350 y 380 niños y adolescentes fallecieron de cáncer por año.

La leucemia es el tipo de cáncer más frecuente entre niños y adolescentes, que representa más del 37 % de los casos de cáncer pediátrico en nuestro país. Luego le siguen los tumores del sistema nervioso central (en particular, intracraneanos), neuroblastomas, tumores en los huesos y en los riñones, entre otros.

En Argentina, el 80 % de los casos de cáncer infantil se atienden en el sistema público de salud. De todos ellos, la mitad son tratados en el Hospital de Pediatría Garrahan.

Pedro Zubizarreta, jefe del Servicio de Hematología y Oncología del Garrahan, explica a Clarín que “al ser enfermedades raras, reunir equipos con la experiencia suficiente es difícil en un medio privado”. A su vez, destaca los avances alcanzados en nuestro país durante los últimos 30 años en materia de diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil, cuyo éxito atribuye a que sea una causa que se haya convertido en una política de Estado, independiente de cuál fuere el gobierno de turno.

A diferencia de lo que ocurre con los tipos de cáncer más comunes entre la población adulta, en niños y adolescentes predominan las causas asociadas a factores genéticos y a susceptibilidades individuales del paciente. Por ese motivo, es muy difícil hablar de estrategias de prevención.

Así y todo, existen algunos factores que pueden incidir. Por ese motivo, Susana Tirado, secretaria de Acceso a la Salud de la Nación, menciona a Clarín que “es importante mantener una alimentación balanceada y acorde a la edad, estimular la actividad física cotidiana, evitar el consumo pasivo de tabaco (por el humo del cigarrillo) y protegerse de la radiación ultravioleta al aire libre”.

En el Hospital Garrahan se atiende al 40 % de los niños con cáncer de todo el país. Foto Luciano Thieberger.En el Hospital Garrahan se atiende al 40 % de los niños con cáncer de todo el país. Foto Luciano Thieberger.

En cuanto al contexto de pandemia, tanto Tirado como Zubizarreta observan que el Covid no tuvo un impacto significativo en los casos de pacientes pediátricos oncológicos, y que solo en muy contados casos se convirtió en un factor de riesgo (por ejemplo, en aquellos pacientes inmunodeprimidos crónicos). A su vez, la estrategia de vacunación pudo avanzar con normalidad en la mayoría de los niños con cáncer.

Sin embargo, todavía no hay datos suficientes respecto al impacto en la demora en la primera consulta, una de las claves principales para diagnosticar y tratar el cáncer a tiempo. “Estamos registrando toda la información necesaria para evaluar el impacto de la pandemia en el retraso del diagnóstico y en la sobrevida de nuestros niños”, afirma Tirado.

Este año, el lema del Día Internacional contra el Cáncer Infantil es “Lograr la curación del cáncer infantil es posible”. Consultado al respecto, Zubizarreta destaca que la mayoría de las enfermedades asociadas al cáncer infantil son curables, con una sobrevida a cinco años de entre 70 y 80 %. En buena medida, ello se debe a que los tipos de cáncer más frecuentes en pediatría son más sensibles a la quimioterapia, por lo que los tratamientos resultan más efectivos.

Desde 2016, existe en Argentina el Programa de Cuidado Integral del Niño y Adolescente con Cáncer (Procuinca)​, cuya coordinación está a cargo de la oncóloga infantil Florencia Moreno. Entre las principales acciones del programa se encuentran el registro de pacientes con cáncer menores de 19 años, la difusión y capacitación sobre diagnóstico precoz del cáncer infantil, la elaboración de guías prácticas de diagnóstico y tratamiento, y la capacitación de los equipos de salud.

Los oncólogos recomiendan la vacunación en niños con cáncer, aunque siempre debe evaluarse cada caso en particular (Xinhua/Lucio Tavora)Los oncólogos recomiendan la vacunación en niños con cáncer, aunque siempre debe evaluarse cada caso en particular (Xinhua/Lucio Tavora)

Uno de los mayores metas que tiene el Estado por delante es garantizar la equidad en el acceso a la detección temprana, diagnóstico y tratamiento del cáncer infantil. En este sentido, Zubizarreta advierte que en el mundo solo el 10 % de los niños con cáncer reciben tratamiento adecuado. Y agrega que “si bien en Argentina, gracias a la gratuidad de los hospitales y del acceso a los medicamentos, comparativamente estamos relativamente bien, la brecha de equidad todavía existe”.

Además del impacto negativo de las cuestiones socioeconómicas (“la marginalidad siempre es un obstáculo para acceder al sistema a tiempo”, sostiene Zubizarreta), también influye el factor geográfico. En este sentido, lograr un acceso a la salud igualitario en todo el país es uno de los mayores desafíos.

Al respecto, Tirado acentúa que “el objetivo de la red de oncopediatría es desarrollar y poner en práctica, desde cada jurisdicción del país, mejores políticas de prevención, diagnóstico y tratamiento para todas las niñas y niños”.

En este sentido, la funcionaria destaca la prioridad de formar recursos humanos y dotar de insumos a todas las jurisdicciones. Y resalta también el rol de la “estratificación”, a través de una herramienta implementada en diciembre de 2021 que consiste en un cuestionario autoadministrable que se completa en cada unidad oncológica con el objetivo definir su capacidad de resolución ante cada tumor, lo que permite conocer las demandas específicas de cada unidad para brindar la ayuda necesaria.

Finalmente, Zubizarreta sugiere dejar un mensaje optimista con motivo del Día contra el Cáncer Infantil. “Si bien el cáncer tiene una mala prensa natural, afortunadamente es una enfermedad poco frecuente en pediatría y es curable. Además, el Estado cuenta con los recursos para atender estos casos. Lo más importante es el seguimiento pediátrico para poder detectar a tiempo”, concluye.

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