Con un gol del siempre efectivo Lautaro Martínez, la Selección Argentina sigue disfrutando de todos los vientos que le soplan a favor. Con una actuación sólida, bien con la pelota y sin ella, ganó ajustada pero merecidamente ante un rival pálido, débil, que nunca le encontró la vuelta al partido.

Otra Argentina en Córdoba, otro equipo. Con solo cinco futbolistas Que repitieron respecto de la victoria ante Chile: Dibu, Lisandro y Lautaro Martínez, Di María y Papu Gómez y con varios cambios: Montiel por Molina; Pezzella por Otamendi; Acuña por Tagliafico; Lo Celso por De Paul, Guido RodrÍguez por Paredes y Ocampos por Nico González. Un equipo que tampoco tuvo a Lionel Messi y Cuti Romero, dos titulares clavados. Una formación con remiendos pero la misma idea, la misma convicción y la misma personalidad, lo que le permitió manejar el primer tiempo casi de punta a punta.

Los buenos volantes de Colombia, que en el último partido contra Perú monopolizaron la pelota, fueron esta vez impotentes para contener el toque pausado, pero siempre prolijo, de los argentinos que tuvieron a Lo Celso como permanente generador de juego, mientras Guido Rodríguez se afirmaba en el medio y Lautaro Martínez, aun participando poco, y Di María inquietaban al endeble fondo colombiano.

El mejor juego del equipo nacional se coronó sobre la media hora cuando Acuña mandó un centro desde la izquierda, por detrás de los centrales colombianos y Lautaro Martínez, después de controlar la pelota con alguna dificultad, no dudó en meter el zurdazo que casi contiene Vargas, pero que hizo terminar la pelota en la red. Antes de eso Di María había metido un buen zurdazo que se fue contra un palo y después del gol el propio Di María pateó un tiro libre que se desvió en la espalda de Ocampos y obligó al arquero Vargas, reemplazante de Ospina que no jugó por una intoxicación, a una espectacular volada.

En los 45 minutos iniciales los visitantes recién llegaron sobre el final en una jugada embarullada en la que Borja quedó mano a mano, pero no pudo superar a Emiliano Martínez que cubrió muy bien con el cuerpo. En la misma acción Pezzella salvó otro remate sobre la línea.

Hasta ahí el 1 a 0 reflejaba claramente la distancia entre un equipo agrandado, seguro y otro confundido, con poca rebeldía para buscar el resultado que necesitaba.

En el inicio del segundo tiempo pareció que Colombia podía finalmente meterse en el partido, pero fue un espejismo que no duró más de seis o siete minutos y Argentina volvió a mostrar su personalidad para manejar la pelota y los tiempos del partido.

Los varios cambios en los dos equipos fueron por razones diferentes. Los del técnico colombiano para tratar de darle otra imagen al equipo; los de Scaloni para probar jugadores y variantes posicionales.

Claro, indiscutible triunfo de Argentina que en su racha triunfal, con Di María como estandarte y con nombres que se renuevan pero no cambian la esencia, le aplicó un mazazo a las aspiraciones de Colombia, que a esta altura empieza pensar que Qatar le queda muy lejos.