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La extensa carta abierta de Alejandro Lerner sobre la transición del nuevo Gobierno

  • El cantante realizó una contundente reflexión en sus redes.

Tal como suele acostumbrar de un buen tiempo a esta parte ante cada cambio brusco que se da en el país, Alejandro Lerner (66) compartió en las últimas horas una profunda reflexión en sus redes sociales.

En detalle, el reconocido cantautor publicó en su cuenta de Instagram, donde lo siguen 154 mil usuarios, una extensa carta abierta sobre la transición del nuevo Gobierno. Y, junto a ella, una selfie en la que se lo ve sonriendo.

El cantante comenzó diciendo que a su edad “todavía con el corazón lleno de esperanza”, ve “una nueva transición democrática”. Y remarca: “Para los que vivimos la dictadura, solo el final de un mandato es un éxito”.

Y en otro párrafo continuó diciendo: “Quien gana o pierde no es una cuestión de ideologías o partidos. Siempre gana el país cuando el pueblo se expresa”.

Además, el intérprete de Después de ti Volver a empezar reveló que vio completa la asunción presidencial y celebra que haya sido “un traspaso civilizado”.

La publicación que Alejandro Lerner hizo este miércoles 13 de diciembre en su cuenta de Instagram.La publicación que Alejandro Lerner hizo este miércoles 13 de diciembre en su cuenta de Instagram.

“Pueden haber diferencias y antagonismos, pero si lo que nos une es el respeto y el prójimo, no me importa si sos de izquierda o de derecha“, añadió, reflexivo.

Y precisó: “Se viene una etapa nueva, te guste o no te guste… Quiero un país con fe. Con errores y aciertos pero con buenas intenciones”.

La carta completa de Alejandro Lerner sobre la transición del nuevo Gobierno

Hoy 13 de diciembre del 2023. Aquí estoy muy emocionado frente al teclado de mi compu. A mi edad, todavía con el corazón lleno de esperanza, veo una nueva transición democrática.

Para los que vivimos la dictadura, solo el final de un mandato es un éxito. Sin partidismo. Sólo el espíritu patriótico de vivir el transitar de nuestros derechos con naturalidad, es un logro. Votar, elegir, expresarnos.

Quien gana o pierde no es una cuestión de ideologías o partidos. Siempre gana el país cuando el pueblo se expresa. Como otras tantas veces, hoy mi corazón me empuja a escribir esta carta.

Vi cada instante de la asunción presidencial, cada cara, cada gesto, los que pudieron ver un traspaso civilizado y los que no pudieron escapar de sus propias miserias y mezquindades.

Si pudiéramos entender que todos trabajamos para el prójimo, por que sin el prójimo, no hay nada ni nadie.

La palabra respeto. Respeto porque sí, respeto como base.

Pueden haber diferencias y antagonismos, pero si lo que nos une es el respeto y el prójimo, no me importa si sos de izquierda o de derecha, cada vez están más confundidas y contradictorias y hasta diría que hoy son palabras obsoletas y desactualizadas.

Hay que ser flexible para no dejar de comprender. Veo la sesión en el Congreso, todos poniéndose de pie ante los juramentos. Respeto, emociona.

La palabra honorable quizás vuelva a revivir ante la pobreza moral a la que nos hemos acostumbrado. Lamento expresar que nuestro país se ha empobrecido, moral y espiritualmente. Y una cosa lleva a la otra.

Como es adentro es afuera. Como es arriba es abajo. Si arriba roban abajo también. Si tu corazón es pobre moralmente, habrá más pobreza afuera también.

Ayer hubiera sido un nuevo cumpleaños de mi madre. Una mujer que no dejó nunca de trabajar, ayudando, enseñando. Mis padres y mis abuelos dejaron en mí una marca a fuego.

Me enseñaron que el proceso es soñar, creer, trabajar y trabajar. Así quiero que mis hijos crezcan, con padres que tienen fe, coraje y una voluntad férrea de seguir adelante a pesar de las circunstancias.

Se viene una etapa nueva, te guste o no te guste. Ahora nuestra decisión es como lo dije anteriormente, si vas a poner el palo en la rueda por que sí, o vas a cooperar para construir la rueda y ponérsela al palo para empujar, y que volvamos a andar definitivamente para adelante y para el bien común.

Para los jubilados, para los carenciados, para los jóvenes, para los soñadores, para los que ya no tienen tiempo o los que necesitan ayuda, el bien común.

El bien común no tiene banderas partidarias, si no, dejaría de ser bien común y seguiría siendo como hasta ahora, para acomodados, afines, militantes o panqueques.

Prefiero expresar mi necesidad hasta ahora inagotable de esperanza, me la debo, se las debo a mis padres y más ahora a mis hijos.

Yo digo que sí, aunque nos toque estar en medio de la tormenta. Digo que sí, porque mis sueños le dan trabajo a muchas familias., porque que me ha ido bien y me ha ido mal, y sigo adelante.

Escuché la palabra Dios muchos veces en estos días y cuando uno lo llama, “él” aparece. O simplemente aparece dentro nuestro que es lo fundamental.

Quiero un país con fe. Con errores y aciertos pero con buenas intenciones.

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