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Según Fernando Burlando, extrajeron “mucho granuloma”, producto de las cirugías hechas por Aníbal Lotocki.
“No vengas, va a ser muy duro”. Los abogados del hermano de Silvina Luna recién pudieron convencerlo de que no asistiera a la autopsia al cuerpo de la modelo en la mañana de este lunes, cuando fueron a tribunales a firmar un escrito donde él pide ser querellante en la denuncia contra el médico cirujano Aníbal Lotocki por “homicidio simple“.
La operación, ordenada el domingo por el juez nacional en lo Criminal y Correccional 60, Luis Alberto Schelgel, se hizo en la morgue judicial de la Corte Suprema de la Nación y duró alrededor de tres horas.
“Se extrajo mucho material, sobre todo granuloma de tamaño grande en las piernas, los glúteos y el ciático, que estaba muy comprometido y eso explica los constantes dolores de columna que sufría Silvina”, le dijo el representante de la querella, Fernando Burlando, a Clarín.
El abogado estuvo junto a su colega Alejandro Díaz y observó, de a ratos, el trabajo de una decena de médicos a través de un ojo de buey en una ventana.
El pedido de la querella apunta a determinar si existe polimetilmetacrilato (PMMA) u otra sustancia en el cuerpo de Luna. De ser así, se buscará avanzar en las pericias para determinar si ese material pudo causar su muerte y, por consiguiente, en un posible cambio en la situación judicial de Lotocki.
A Ezequiel lo persuadieron de no concurrir por lo sensible de la tarea, teniendo en cuenta que el cadáver a autopsiar era el de su hermana, a quien él acompañó hasta sus últimos momentos en el Hospital Italiano.
La modelo había sido internada el 13 de junio y murió el jueves pasado, a raíz de una hipercalcemia que le originó una insuficiencia renal y una bacteria que le provocó una septicemia.
En el juzgado de Schelgel le advirtieron que estar presente en la operación “no era aconsejable”. Ante la insistencia de sus abogados en el mismo sentido, Ezequiel asintió: “Está bien, está bien“. Allí fue cuando Burlando lo terminó de convencer: “Quedate tranquilo que estoy yo. Sabés que mis ojos son los tuyos“.
De la autopsia participaron nefrólogos, cirujanos, hepatólogos y otros profesionales.
Si la Justicia autoriza a entregarles el cuerpo, el sepelio podría realizarse este martes en el Panteón de Actores del Cementerio de la Chacarita. Antes va a haber una despedida íntima, de dos o tres horas de duración, sólo para los más cercanos.
El 9 de febrero de 2022, Lotocki fue condenado por “lesiones graves” a cuatro años de prisión y cinco de inhabilitación para ejercer la medicina, fallo que aún no está firme, por lo cual sigue en libertad.
Fue por una denuncia que iniciaron cuatro de sus pacientes: Luna (quien había sido intervenida en 2011), su ex pareja Pamela Sosa, Gabriela Trenchi y Stefanía Xipolitakis.
Según Burlando, el material extraído en la autopsia “se había depositado también en el hueco popítleo, que es detrás de la rodilla”.
“Por lo que se pudo observar, era un material pesado y duro. En el ciático también tenía parte de este material, que eran como piedras. Desde el sentido común creo que el compromiso de la columna (de Luna) tenía que ver con todo esto. Por eso los dolores”, explicó el abogado, quien se mostró golpeado y contó que fue “una diligencia dura para ver en alguien querido”.
Ezequiel Luna y su pedido ante la Justicia
En un escrito presentado en las últimas horas, anticipado por Clarín, Ezequiel Luna planteó que el fallecimiento de su hermana “no es una muerte natural, sino por el contrario se trata de una muerte violenta”.
Y añadió: “Tampoco tengo duda alguna de que la muerte, precedida de una prolongada agonía, de años de sufrimiento y padecimiento físico y psíquico, guarda relación de causalidad directa con el accionar del médico Aníbal Rubén Lotocki”.
“El accionar doloso del imputado sobre el cuerpo de Silvina le provocó alteraciones anatómicas en la región glútea y en los muslos, caracterizadas por endurecimiento de la textura muscular, no compatible con la hipertrofia, sino alteraciones al tacto mucho más resistente que lo habitual que derivaron en la aparición de granulomas”, indicó.
En la misma línea, enfatizó que “Lotocki ocultó a Silvina en forma intencional las consecuencias posibles de la aplicación de sustancias de relleno” y agregó que la “mala praxis” y el “accionar doloso” del cirujano motivaron que “la sustancia inyectada migrara hasta sus riñones, causando una hipercalcemia”.